jueves, 23 de febrero de 2012

Las Malvinas son argentinas... 5x1

Una nueva jornada de Copa Libertadores nos dejó algo más que la goleada 5-1 de La U de Chile en contra de Godoy Cruz.
Angelo Henriquez sentencia el 5-1 final. A la derecha se observa el  lienzo "Las Malvinas son Argentinas"


Desde días atrás los ánimos estaban un poco caldeados. Una golpiza sufrida por el representativo chileno de hockey césped en la ciudad de Mendoza la semana pasada, propinada por hinchas de Godoy Cruz en pleno centro de la capital de Cuyo sirvió como aliciente a una histórica rivalidad, alimentada por nacionalismos exhacerbados y xenofobia recíproca entre chilenos y argentinos.
Estos hechos, sumados a la política exterior del gobierno chileno en el tema de las Islas Malvinas reavivó antiguos odios y resquemores entre ambos países, y el fútbol, como siempre, ha sido utilizado como otra arista del conflicto.

"Las Malvinas son argentinas" rezaba el lienzo colocado por la barra del "Tomba" en el Estadio Santa Laura durante el encuentro por la Copa. Más de 2.000 hinchas de Godoy Cruz cruzaron la cordillera y la consigna que cubría su espacio en el reducto de Plaza Chacabuco enviaba un mensaje que no fue reproducido por la prensa oficial del país y tampoco percibido por la gran mayoría de hinchas de la U.

La pregunta que cabe es, ¿Tiene algo que ver la reivindicación territorial de Las Malvinas con un partido de fútbol? La disyuntiva se presenta en el sentido claro que, al contrario de la opinión de los gobernantes de turno que dirigen el país, muchos hinchas de la U simpatizan con la petición legítima de soberanía sobre las islas ubicadas en el atlantico sur, pero poco tienen que ver con el partido de fútbol hoy realizado. 
El 5-1 fue una clara muestra de superioridad en la cancha de un cuadro sobre otro, no de un país sobre otro. La constante "violencia encubierta" o "guerra deportiva" bajo la cual se intenta rotular un enfrentamiento deportivo, mancha la solemnidad como también los lazos de amistad que unen a millones de personas en ambos lados de la cordillera. Pero que una vez mas se han intentado esconder bajo este conflicto. 

La violencia entre barras bravas del fútbol sudamericano existe y hace bastante tiempo. Ya sea por simpatías por el contrario, cuentas pendientes o simplemente por la esencia misma del barrismo es que siempre existe una mirada rencorosa con los visitantes. Defender los colores y el territorio es algo innato en los hombres, y sobre todo en un espacio tan machista como el barrismo. Pero intentar dar cuenta de problemáticas territoriales que se manejan entre poderosos escapan al fútbol y se enmarcan derechamente en nacionalismos chauvinistas que buscan desviar la atención de los reales problemas del pueblo. 


Apoyo la demanda válida del pueblo argentino sobre las Islas Malvinas usurpadas por el imperio britanico, pero eso no implica que el odio se apodere de un partido de fútbol. Como tampoco sirva de pretexto para entablar una relación violenta entre barras que nunca han tenido ningún tipo de conflicto ni relación. 

La vuelta es a principios de Abril y se estima que 10.000 hinchas de la U cruzarán la frontera para ver al cuadro azul contra el Tomba, que, paradojicamente se jugará en el Estadio Malvinas Argentinas... 

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