jueves, 15 de noviembre de 2012

Maldita gloria. La mufa del Nacional.

Era una época dura, de las más duras que hemos vivido. La crisis del 29 pegó duro la tercera década de la pasada centuria. Entre cesantes, hambrientos y más necesidades que satisfacciones urgía la necesidad de brindar soluciones al pueblo, a sus bocas y bolsillos. Se cree, porque la Historia así lo ha planteado, que la mejor herramienta para enfrentar las crisis en materia laboral es la fuerte inversión del Estado. En pleno auge desarrollista, se conjugaban una serie de elementos para cimentar, de una vez por todas, un espacio común para la práctica del deporte en Chile. 
Las necesidades de los sportsmen de la época, sumadas a las del pueblo por trabajo y del Estado por mejorar la situación, le brindaron al país su mas mítico e importante recinto deportivo. El Nacional, la casa del deporte chileno veía la luz y concretaba los anhelos de la población.
Será un elefante blanco, jamás lo vamos a llenar. Comentario común a la hora de evaluar tan imponente recinto. En efecto, la mole de cemento y tablón, gigante para esa y esta época, recibió las más diversas críticas. Pero el recinto deportivo más característico, al contrario de los pronósticos, se llenó, y lo hizo muchas veces.

El Nacional ha recibido jornadas gloriosas en sus pastos. Un mundial adulto, innumerables sudamericanos y Copa América. Eliminatorias mundialistas, mundiales juveniles, copas internacionales por doquier y uno que otro recital. Un dato. Es el estadio que ha recibido más finales de Copa Libertadores y Copa América.

Pero el mítico recinto ñuñoino es también tristemente célebre por ser utilizado como campo de concentración y de reclusión durante la dictadura de Augusto Pinochet. Los chilenos han derramado sudor en el gramado, sangre en sus galerías y dejado sueños en sus pasillos, como también han depositado sus votos en las urnas que se instalan de vez en cuando en el perímetro del estadio y más de algún amorío nació entre el fragor de la chicha y el tinto para el dieciocho con sus ramadas.

El sufrimiento, los llantos y gritos de sus presos, dicen, se escuchan por las noches cuando todas las luces se van. Son los penitentes, esos del 73 que piden a gritos que no los olviden. Como la puerta 4, que, como símbolo de la memoria, aún se mantiene como cuando brindó refugio a los cuerpos de quienes solo soñaron con una sociedad mejor.

Sobre el elefante blanco se han cargado nuestras alegrías deportivas como también los fracasos, y estos últimos son la regla. Pesa una cierta "negatividad" por así llamarlo sobre el coloso de Ñuñoa y no son pocos los supersticiosos que de vez en cuando, tragedia deportiva mediante, rememoran el amargo registro de derrotas en sus pastos. Claro, existen alegrías. Como cuando el "Matador" y "Candonga" Carreño nos devolvieron a un mundial después de 16 años de frustraciones. Como el gol de Orellana frente a Argentina. Pero lo más común fueron las derrotas.

Así lo vivió la selección el 62. Cayó en semifinales con el Brasil campeón, ese del ángel de las piernas torcidas, el más grande, alegre y brillante futbolista que nos regaló la canarinha. Manoel Francisco Dos Santos en la cédula, Mané para los amigos y Garrincha para los que se deleitaron viéndoloEse cotejo ha sido descrito como "raro", pero bastante común en nuestro ideario. Jugamos como nunca, perdimos como siempre.
Luego vino el mítico Colocolo 73. De la mano del "Zorro" Álamos, el padre del mejor equipo chileno de todos los tiempos, el "Ballet Azul". Consiguió, mediante soberbias actuaciones del gran Carlos Cazsely, "Chamaco" Valdés y el "Pollo" Véliz, ilusionar al país con la primera Copa Libertadores. La final, jugada contra Independiente se definió en el Centenario de Montevideo, donde los colocolinos perdieron 2-1. Pero gran parte de la ilusión se hipotecó en el Nacional. Colocolo no pudo lograr diferencias de local tras un sorpresivo empate en Argentina. No se podía celebrar. 
Nuevamente en 1981 el país vibró con la emoción de tocar la Copa. Al igual que el Colo del 73 y la Unión Española del 75, Cobreloa lograba llegar a la final -por segunda vez consecutiva, el 80 cayó frente al Rubronegro, el Flamengo de Zico-. Esa primera final sentó precedente. Ante la absoluta superioridad de Cobreloa sobre los equipos del atlántico jugando en la altura de Calama, la Conmebol creó la "Ley Calama" la cual hasta el día de hoy se aplica para fases finales de copas internacionales. Esta ley, exigiendo un aforo superior a las 40.000 personas, no permitió a Cobreloa disputar la llave de local, con lo que hipotecó sus chances de éxito y de pasada acrecentó las ventajas de los equipos del atlántico. Y no podía ser mejor. Enfrentando a Peñarol consiguió un empate, el cual le daba la primera opción de dejar la Copa en casa. 

Museocobreloa.blogspot.com

Pero quiso el destino, que esa noche en el Nacional fuesen charruas y no loinos quienes se abrazaran en festejo. El cuadro naranja cayó 1x0, cuando Fernando Morena clavó el único tanto a poco del pitazo final. Ya comenzaba a circular, de boca en boca, la mufa del Nacional.

Largos años pasaron, tras los 80,  la más nefasta década del fútbol rentado en Chile y la debacle económica de los clubes grandes, la ilusión volvió a instalarse. Colocolo y la UC disputaron finales de Copa Libertadores, la del 91 terminó en alegría y la del 93 en derrota. En Pedreros el cuadro albo terminó de construir su cancha y disputó la final, por su lado Católica, tras una estrepitosa caída 5x1 en Sao Paulo, solo logró remontar un par de goles en Santiago .
El 96 fue La "U" la que hizo soñar al país. Con un equipo plagado de estrellas, al mando de Leonardo Rodríguez y Marcelo Salas llegó a semifinales de la Libertadores. Al igual que el 73, 75, 80, 81 y 93, la opción se hipotecó en la cancha del Nacional. 1x1 en el marcador y viaje a Buenos Aires, lo que siguió no vale la pena comentarlo. Esa final fue entre dos ladrones, uno con la banda sangre, River y el otro con la polera manchada de sangre y cocaína. El más veces subcampeón y jamás campeón de la Libertadores, América de Cali.

Luego nos remontamos al año 2006. Colocolo, con Borghi como DT, lograba nuevamente ingresar a una final internacional. La Copa Sudamericana, heredera de la Copa Conmebol, la supercopa y las Merconorte y Mercosur, era el trofeo en disputa. El cuadro albo llegaba con un empate desde Hidalgo, y ya tenían la copa en sus manos, desmereciendo al Pachuca mexicano. 



Pero la maldición del Nacional se hacía presente nuevamente. Suspendido por el lanzamiento de un proyectil desde la galería, el estadio Monumental no pudo recibir la final del torneo y Colocolo hizo de local en Ñuñoa. Con goles de Caballero y Giménez, el cuadro de Hidalgo logró dar vuelta la llave, llevarse la primera copa de torneos Conmebol a México y sumir en llanto al pueblo albo. Aparecía nuevamente la mufa del estadio.

Ante tanta mala suerte y sufrimiento que había brindado el estadio Nacional al fútbol chileno, no faltaron quienes, el año 2011, temieron por el mismo desenlace. 

Universidad de Chile venía cumpliendo una espectacular campaña durante el segundo semestre. Lider indiscutido e invicto tanto del campeonato nacional como en la Copa Sudamericana, llegaba a cerrar la llave final en ventaja, tras vencer 1x0 a Liga Deportiva Universitaria, en su fortaleza de Quito.

Pero existió, en el imaginario de los hinchas y creyentes un hecho que, de seguro, tuvo un significado especial. Tras el caos provocado por la mala organización en la venta de entradas y la inexperiencia de la concesionaria que estuvo a cargo del club, se determinó la venta de boletos en el estadio. Miles de hinchas azules pasaron noches en vela buscando su ansiado ticket. La autoridad, al ver la cantidad de personas fuera del recinto y temiendo a la reacción de la masa en cuanto se acabaran las entradas, decidió abrir el recinto en plena madrugada. Lo sucedido esa noche por quienes la vivieron se describe como "mágico". Llenaron la galería sur, cantaron al ritmo de su aliento y se atrevieron a entrar al campo de noche, algo que no sucedía desde los tiempos en que la violencia de la dictadura cambió el deporte por sangre. Por primera vez el Nacional, el Pasional para los bullangueros, recibía risas, cantos de alegría y esperanza desde sus tiempos de cárcel política. 

Eduardo Vargas en dos oportunidades y Gustavo Lorenzetti se encargaron de eliminar la maldición. Desataron la alegría, el carnaval y el grito contenido por mas de 70 años en el gramado ñuñoino. Esos azules, de la mano de Jorge Sampaoli se atrevieron a enfrentar a los fantasmas del fracaso anidado por tantos años y por primera vez, triunfaron.


Quien sabe, quizá ese grupo de fanáticos azules que enfrentaron el sufrimiento con alegría esa noche de diciembre en el Nacional, fue capaz de terminar con la maldición de la cancha, con la Mufa del Nacional.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Carta abierta al cuerpo técnico de la U.

Hoy hemos sufrido, es cierto. Innegable es la tristeza de este resultado en nuestros corazones, pero la tristeza queda en el marcador, no en la cancha.

Ustedes representan lo que todos aspiramos, el lugar donde pertenecemos, la manera en que pensamos. 
Todo lo realizado durante poco menos de dos años para con nosotros, es digno de aplauso.

¿Qué le debía Beccacece a la U? ¿Cual era la deuda de Dessio con nosotros? ¿Qué compromiso tenía Sampaoli con nuestros colores? 
Cuando ustedes llegaron a vestir el buzo azul con la U en el pantalón no existían más que ilusiones y proyectos. Los mismos que existen cada vez que alguien nuevo viste nuestros colores. 

No salieron de nuestra cantera. Jamás alguno vistió la camiseta como jugador ni tampoco tuvo algún cercano que lo hiciera; No existía lazo alguno entre ustedes y nosotros. 


Qué tuvimos de diferentes para que nos entregaran todas estas alegrías? 

Somos un grupo de personas muy diversas en pensamiento y actuar. De diferentes lugares, cunas y tumbas, apellidos, nombres y fines. Solo con un amor inmenso y una lealtad inquebrantable por un símbolo y una camiseta; Esa que semana a semana nos distingue de los de más y nos hace, siendo diferentes todos, uno solo. 

Ustedes temen al fracaso. Me imagino que temen al fracaso mirándolo en contraposición al éxito, pero qué es el éxito? Es el resultado? Es la Copa? Para nosotros el éxito no es ser mejor que el otro, el éxito es ver cumplidos nuestros anhelos y llenar el corazón de gozo al ver las alegrías que todos juntos conseguimos. Esas alegrías no se reflejan solo en un marcador, se reflejan en la manera que se hacen las cosas, de como se enfrentan las adversidades y manteniendo siempre una convicción clara entre lo que pensamos y hacemos. En este tiempo ustedes nos han brindado esta alegría, la más grande de todas, yendo a cualquier lugar con la convicción de lo que somos. Nos han representado de la manera más hidalga y leal que cualquiera en los últimos 40 años. 

Les quiero agradecer,  desde lo más profundo de este sentimiento, todo lo que han realizado por estos colores. Por nosotros, su gente, y por quienes amamos a la U sobre todas las cosas. Les quiero agradecer por lo que nos han brindado; Por su actitud, por su pasión y entrega por esta camiseta, a la cual abrazaron sin esperar nada a cambio. Les doy gracias por las copas, por las goleadas, por el reconocimiento del resto y el sitial donde estamos, pero más que eso, les agradezco la forma en que nos han representado, la manera en que se han convertido en nosotros y volcado esa identidad en una cancha. 

Agradezco, por último, la entrega incondicional de ustedes para con todo el pueblo azul, porque más allá de hacer su trabajo, han dedicado más de lo que necesario para hacernos felices a todos, solo por el hecho de la consecuencia.

Gracias por lo hecho y por todo lo que vendrá. 



"En la experiencia de nuestras vidas, nos aplaudirá la conciencia"




jueves, 25 de octubre de 2012

El estadio de Pinochet

En cada superclásico reflota la vieja discusión, el polémico argumento sobre "El estadio de Pinochet". Los argumentos validando o desacreditando el recurso.
Discusión transversal que afecta tanto a hinchas como a periodistas y especialistas, los cuales, enarbolando la bandera azul o la blanca, se atrincheran en su posición para, con fuentes y documentos más o menos válidos, potenciar su posición.

Existen artículos de prensa, vídeos, escritos, audios y un sinfín de formatos que ayudan a cada bando. Se han escrito columnas en diarios e incluso capítulos en libros intentando, infructuosamente por lo demás, esclarecer el rumor.

Que la dictadura militar utilizó el fútbol como una herramienta en momentos de crisis es innegable. Lo hizo descaradamente el 82. En el mismo momento que la selección competía (o más bien participaba) en el mundial de España, las autoridades ponían fin al dólar fijo sin informar a la población, desatando una crisis inter-cambiaria sin precedentes en el país, incluso más grave que la falta de divisas en los tiempos de la UP.
Lo hizo también en la testera de la ACF, interviniendo una infinidad de clubes. Con la ayuda de los medios de comunicación creó polémicas, programó partidos en fechas "complicadas" y malversó fondos destinados al deporte. En el caso de Colocolo, metió la mano, el codo y todo el brazo hasta el fondo del CSD, cuando el 76 sacó a la dirigencia oficial y puso al BHC a cargo del club. Grupo inversor con grandes capitales, ligado al ala liberal de la dictadura. Bajo este contexto siempre los más grandes en algún momento podrían brindar una mano a la imagen del régimen y al dictador mismo, aunque a este último no le interesara mucho el fútbol.

La historia es mas o menos así. Colo colo desde los 50' poseía unos terrenos al oriente de Vicuña Mackenna, unas chacras lejanas del centro de Santiago en aquel tiempo, adquiridas en el sector de Pedreros. El sueño de un estadio siempre ha sido el anhelo de cualquier equipo chileno, y más de uno del tamaño del nacido a pasos de la Estación Central.
El club comenzó la construcción de su estadio algunos años después de la compra del terreno. La obra gruesa consistió en crear un talud semi-enterrado, relleno de concreto, el cual daba forma a las galerías, sumado a estas unas rejas que separaban al público de los jugadores. Tras 5 encuentros, incluida su inauguración ante Aviación, el estadio dejó de utilizarse debido a la falta de garantías y el peligro para el espectáculo que suponían las instalaciones.
Posteriormente reflotó la idea de retomar las obras del estadio y es aquí donde comienza lo difuso, la discusión interminable.

Pinochet, socio honorario de Colo-colo y presidente honorario desde el 76, nombrado por sus amigos del BHC, prometió la suma de 300 millones de pesos de la época para finalizar las obras del estadio al presidente de ese entonces, Peter Dragicevic. Propuesta que fue muy bien recibida por parte del presidente del Club. Todo esto bajo un contexto en el cual la dictadura buscaba cimentar apoyo popular frente al plesbiscito que definiría si la dictadura continuaba o se daba paso a una transición democrática.

Por un lado se encuentran quienes niegan que el dinero allá llegado a las arcas del club, y que los arreglos finales del estadio fueron financiados con aportes de socios y la venta de Hugo Rubio al fútbol italiano. (Caso aparte es el del pase de Rubio, ya que Colo-Colo jamás pagó los derechos de transferencia al club propietario del jugador, Cobreloa. Situación similar a la acontecida con el Sao Paulo de Brasil por el pase de José Luis Sierra, una constante en el manejo de Dragicevic)
Y por otro están quienes afirman que el Monumental sí fue financiado por la dictadura militar y los dineros prometidos por Pinochet pagaron butacas, baños y camarínes, así como antes pagaron la repatriación de Carlos Caszely desde España al mismo club.

Nunca se podrá esclarecer tal situación, debido a que los testimonios de los protagonistas siempre serán puestos en duda y la falta de documentos y fuentes primarias sobre el traspaso de dinero si es que existiese no están disponibles.

La realidad indica que esta será una discusión que no llegará a puerto, el mito se ha instalado con fuerza en una discusión que no lleva a ningún punto en común y forma parte del folklore propio de nuestro fútbol rentado..

martes, 11 de septiembre de 2012

39 años después. Un análisis sobre el fútbol como temática de estudio en las Ciencias Sociales.

El golpe de estado y posterior Dictadura que afectó a Chile durante 17 años marcó profundamente a nuestra pasión, el fútbol.
Pocas investigaciones abordan directamente lo sucedido durante esa época con el balompie, pero son muchos quienes comentan sobre supuestos sucedidos en el periodo sin más fundamento que el comentario.


Textos como Goles y Autogoles de Daniel Matamala, "Crónica de un encuentro: Fútbol y Cultura Popular" del gran Eduardo Santa Cruz o A Discreción de Carlos González L. y Braian Quezada, nos han acercado de mejor manera a lo sucedido en el periodo y como, durante la Dictadura, el fútbol fue considerado más que los 22 imbéciles corriendo tras una esfera.
Siempre es bueno observar desde diversos focos la realidad de un periodo, y particularmente uno como este.
El desarrollo de la identidad nacional en Chile fue tarea de los historiadores, así como en México de los antropólogos. Pero en el caso del fútbol, el desarrollo de su historia en el país, como temática de estudio, ha sido abordado principalmente por el periodismo (Con Edgardo Marín como estandarte), síntoma inequívoco de la valoración académica que posee este deporte.


La realidad nos indica que, si bien el periodo ha sido abordado ampliamente desde las disciplinas sociales en diversos ámbitos, el del fútbol destaca por su casi nulo desarrollo. Desde las escuelas de pensamiento y los círculos académicos, el balompie siempre ha sido observado con recelo, desechado e invalidado sistemáticamente -Al parecer muchos de estos intelectuales fueron "lerdos" con los pies cuando pequeños y sufrieron de la burla constante de sus amigos, situación que les infundó un odio enconado con la pelota-,

Discutir la validez del fútbol como elemento de análisis sociológico, Histórico, pedagógico, económico, cultural y hasta político parece a esta altura del partido, una pérdida de tiempo. 
Elemento fundante de la identidad sudamericana durante el siglo XX, cultural y socialmente transversal. El fútbol ha sido piedra en el zapato, herramienta efectiva para el control de masas, catapulta de campañas políticas, instrumento de imagen para regímenes autoritarios y hasta política de estado. Pero también el fútbol  ha servido a la gente para demostrar su alegría, descontento y diversos sentimientos. Como 'Hecho social total' el fútbol es abordado analíticamente, identificando cada uno de sus componentes (Espectáculo, Actividad física, social, económica, etc.) y se caracteriza por brindar, en cada una de sus aristas, realidades eminentemente empíricas. 


La trivialización del fútbol desde el mundo académico ha creado un prejuicio difícil de sobrellevar para quienes deciden abordarlo desde la academia. Siempre está el "que dirán" y el desprecio desde la intelectualidad para con el fútbol como temática valida de investigación. Este complejo ya inserto en el ADN del espacio académico, se contrapone al cómo se valoran temáticas que a la luz de la realidad social, son mucho menos reales y trasnversales, principalmente las expresiones que son catalogadas dentro de la alta cultura, como el teatro, la música docta y la pintura por ejemplo (No la pintura popular ni el arte callejero, los cuales tampoco constituyen temáticas valoradas).


Como elemento de ascenso social vertiginoso, constantemente gran parte de la sociedad critica, descalifica e invalida a quienes, tocados por la varita del talento, han sobrellevado desde la nobel niñez el peso de ser futbolista. La valoración social que se le da a quienes ejercen de manera profesional el deporte contrasta claramente con la admiración y envidia que provocan en la gran mayoría. 
En un mundo actual, marcado por la individualidad, el consumo y la ostentación (herederos directos de lo sucedido 39 años atrás) el futbolista se eleva como estandarte del modelo. Si no eres bueno con la pelota, estás obligado a estudiar y trabajar. Pero Quién repara en la felicidad que se siente al entrar al gramado y hacer lo que amas? Nadie se detiene algún momento a pensar que ellos hacen lo que siempre han querido, y en realidad todos hemos querido, simplemente jugar al fútbol. 

Para quienes no tenemos el don y las articulaciones se mueven más lento que lo necesario, está la galería. Elemento fundante de la identidad latinoamericana en conjunto con el potrero (Cancha pública, calle, pasaje, plaza, parque, campo o sitio baldío, todos al final son potreros) la galería, la popular, es el espacio donde se conjugan elementos propios de diversas identidades, las cuales producen a su vez 3 identidades generales; El Barra, el hincha y el espectador.

La validez que el balompie posee y sus ricas y diversas características, lo hacen una temática digna de ser abordada, pero a su vez reflejan el pobre nivel de realidad que afecta a la academia, lo cual se traduce en una cada vez más constante desvaloración por parte de la sociedad civil. Lo bueno de esto es que en la actualidad se han abierto cada vez mayores espacios para el desarrollo intelectual para con el fútbol y textos, como los nombrados arriba, son fiel reflejo de ello.

La tarea para los nuevos humanistas es diversificar la temática, ampliar el foco y abrazar, sin prejuicios ni tapujos al fútbol como elemento de análisis válido e importante de abordar. Tanto por sus diversas aristas como también por su cercanía con la realidad. 

Quién de ustedes, aunque sea una vez en la vida no ha pateado un balón, puteado a un infractor o aplaudido al talentoso?

jueves, 26 de julio de 2012

"Socio" abonado, cliente asegurado.

Yo soy fiel, pero desde que la U se hizo S.A no fui más al estadio de local. Viví con alegría la Sudamericana, es más, viajé fuera de Chile a 4 partidos de esa Copa, pero sentí que algo faltaba. 
Me di cuenta que lo que sentía era cierto cuando mi viejo me pidió acompañarlo a un partido del campeonato en fecha regular. No hay entradas me dijeron, está todo vendido. Pero como, si es contra La Serena. No hay entradas señor. Obligado a verlo por el canal que tiene los derechos, me di cuenta que por lo menos había espacio para 10.000 personas más. Y me cuestioné mi fidelidad por no endeudarme por varios meses para ver a mi equipo por un lado, por otro me pregunté como era posible que la gente perdiera la ocasión de disfrutar de la U siendo que había pagado su entrada y finalmente también pensé que sería una excelente idea para los hinchas el tener una tarjeta transferible o al portador.

Aquí el problema es que se mide la fidelidad y se utiliza como parámetro, en base al dinero que cada uno tenga, o más bien, a la capacidad de compra. Conozco por lo menos 10 cercanos que de aquí a 2 años atrás se han abonado y se dicen "fieles".  Por otro lado, somos varios los que no tenemos la capacidad de compra o endeudamiento para adquirir el abono, por lo tanto debemos atenernos a las "consecuencias". Pero está claro que ahora la cosa es así.
Hace poco, en una junta nocturna, escuché a un novel hincha decirle moda a un bullanguero de años por no ir a la final de la Copa Sudamericana. En fin la cosa es así y no hay más que hacer. Años soñamos con ver miles de socios, años con canchas vendidas desde antes (La cancha está vendida, pero se dan el "lujo" de solo ir a los partidos más importantes -el abono debiera ser al portador-). Ahora que están no nos acomodan porque de una u otra manera vemos que el patrimonio que antes era "nuestro" ahora es de "todos" o muchos más (En cuanto a ser de la U). 
La mercantilización del fútbol y en especial el episodio de éxito en el cual se encuentra ahora la Universidad de Chile es digno de análisis. Si manejamos un espacio temporal de más o menos 10 años, nos daremos cuenta, mirando los datos a simple vista, que existió un cambio completo en la gestión y el marketing de la "U" con la llegada de Azul Azul. Antes, con la CORFUCH en ascuas después del 2002, no eran más de 15.000 personas las habitué del equipo. El borderó común de la U era estable y no tenía grandes variaciones durante la fase regular. Es más, incluso los superclásicos en esa fecha llevaban menos gente que ahora (A excepción del 4x0 al clásico rival en febrero de ese año) y en play-off se alcanzaba el pick de asistentes. La campaña del apertura 2004, en cuanto a números durante la fase regular, fue bastante baja por decirlo a grosso modo, porque en esos tiempos siempre se repetía la gente. Ya no era el fulgor de la segunda parte de los 90 y el comienzo del 2000. Habían pasado las grandes campañas nacionales y el equipo, más allá de mantener un nivel parejo, no era demasiado atractivo. Durante el año anterior, en el clausura, la U gozó del espectáculo que hacía Pinilla con Asprilla, pero durante el 2004, se mantuvo todo parejo. Pasando al año siguiente, la U jugó Libertadores, clasificó a octavos y se enfrentó a Santos. Ganamos 2-1 en la ida con un gol del Pato Galaz, y caímos sin apelaciones en la vuelta (mención honrosa al 2x4 en Sao Paulo, partidazo con marcador engañoso) Este mismo año comenzaba la debacle. Con la vuelta de Salas, la Corporación intentó llevar más gente al estadio en el clausura, y lo logró hasta cierto punto.

U. de Chile x Palmeiras
Libertadores 2001 Socio barra $500 (Sí, 500 pesos)


Luego de la eliminación por gol de visita ante la Uc, se vieron las mismas caras. Todo normal hasta la final, perdida frente al mismo rival, con igualdad en goles (aún cuando nuestra diferencia de gol visitante era superior a la de la Uc, debimos definir en penales. Cosas del fútbol y sus bases). El 2006, año nefasto, se sintió el apoyo al principio, pero no al final. La popularidad del rival que cedió por primera vez un titulo sudamericano a un equipo mexicano se confabuló con la quiebra y transición del club. Habían partidos con 3.000 espectadores y galerías a 2.000 pesos, ganchos 2x1 y otras maniobras que servían para que El Nacional no se sintiera tan vacío. 
2007 y 2008 lo mismo, no hay cambios. Durante el apertura 2009 se comienza a visualizar la mano de Azul Azul en este tema. La irrupción masiva de los abonos, lo atractivo del precio, la idea de acompañar al equipo en todos sus partidos (además de la Libertadores) por menos de $3.000, llamó la atención de los más habituales. En conjunto, el antiguo socio barra o empadronado (que en ese momento aún seguía funcionando) más el socio tarjeta azul y estudiante sirvieron como excelentes ganchos para asistir a la cancha. Todo el proyecto se coronó antes de tiempo, tanto para el equipo como también para los intereses de la concesionaria, con el titulo del apertura de ese año. Existió un gran crecimiento en los abonos, motivado por el rendimiento del equipo y la participación internacional. La Sudamericana 2009 aportó con lo suyo y fidelizó a más hinchas con el mal llamado "socio abonado", que no es más que un abono y un par de descuentos en tiendas juveniles.
Ya el 2010 existía una gran masa de hinchas fidelizados al abono. Pero es con la campaña de Copa Libertadores de ese año, en que Azul Azul comienza a visualizar que su departamento de marketing ha hecho bien las cosas y, por otro lado, comienzan los "fieles" a asegurar sus puestos. Simpatizantes de la U que más allá de conocer la experiencia de ir a la cancha un par de veces y seguir al equipo en instancias importantes, no sentían a la U como parte de sus vidas. 

Durante el 2011 la capacidad de compra -o endeudamiento- demostró la mejor cara para la concesionaria. El hincha azul agotó existencias de camisetas, indumentaria y por supuesto el producto estrella, el abono.

Ahora a mitad de 2012, el plan de fidelización, que entre otras cosas busca crear la necesidad de asegurar un espacio para instancias decisivas, ha pasado a la siguiente etapa. Con la inexistencia de abonos, la construcción del estadio tiene asegurada su rentabilidad, ya que serán muchos los hinchas, que, independiente de los resultados a mediano plazo, (en un fútbol negocio como el nuestro, periférico por excelencia y exportador en esencia, es imposible asegurar resultados a mediano plazo. Cosa de mirar a Colocolo) intentarán asegurar su espacio para ocasiones especiales comprando asientos a 5, 10 o 20 años (con un costo casi imposible de alcanzar por un sueldo promedio, pero que si se puede pactar a cómodas cuotas) lo que le asegura a Azul Azul el éxito de la empresa, cosa impensada para los antiguos proyectos. 

La jugada de AA es simplemente digna de aplaudir en el mundo empresarial. Asegurar el borderó de un equipo de fútbol profesional a mediano plazo es una situación que nunca nadie ni siquiera se había llegado a plantear como realidad durante toda la historia de nuestro balompié rentado. Como el fútbol es en esencia, impredecible, lo son también sus ingresos. Hacer que la gente adquiera un compromiso, sin mediar el resultado deportivo, es lo que siempre soñó un empresario que se ligó al fútbol por interés comercial. En un espacio que de por sí es cambiante y poco estable en el tiempo, los concesionarios de la U lograron demostrar que, en una economía de mercado, todo es mercancía, que pueden hacer creer que es posible modificar las reglas establecidas o los conocimientos previos. Pero una cosa es asegurar el producto, otra cosa muy distinta es mantenerse en la cúspide deportiva, y para eso, aparte de planificación y gestión, se necesita tener fútbol. Veremos si AA lo tiene en 10 años más.


viernes, 18 de mayo de 2012

El fútbol y la política no se mezclan, NO SEÑOR!

Muchas veces hemos escuchado por parte de quienes manejan y reflexionan sobre las cúpulas de poder en política que el deporte no se mezcla con la política. Si desde la FIFA misma Don Joseph hace unos años envió un instructivo a todas las federaciones desde la International Board en el cual se sancionaba con amonestación monetaria y una tarjeta amarilla a todo quien osara quitarse la camiseta en el campo de juego. Esta acción de Blatter tiene dos motivaciones claras y que afectan directamente su negocio: Mostrar auspicios de marcas que no le pagan derechos a su transnacional por un lado, y evitar los mensajes "controversiales" que algunos osados como Robbie Fowler mostraron antaño. 

En esta ocasión, la mezcla viene desde cerca, más bien desde el norte de Chile.

Cobreloa. Glorioso equipo naranja nacido en las áridas tierras del desierto de Atacama, que porta el naranjo en honor al mineral extraído en sus tierras, demostró que no está ajeno a la realidad de su ciudad y se cuadró por completo a la causa Calameña. 

Felipe Flores, delantero del cuadro zorro apoyó el movimiento indicando que las peticiones de los ciudadanos son "aspiraciones legítimas". Por su parte el técnico, Javier Torrente también dio a conocer su opinión sobre el tema, haciendo referencia a lo que la ciudad entrega al país

El movimiento ciudadano clama por mayores recursos para la comuna que más aporta al PIB en el país, debido a las paupérrimas condiciones de vida que enfrenta la mayoría de sus habitantes, quienes no tienen acceso a servicios ni infraestructura de calidad y ven como los recursos que generan escapan entre las manos de privados y el estado centralizado. El movimiento rechazó la propuesta del Fondenor, la cual fue calificada como "una burla" por parte del estado. El movimiento, liderado por el alcalde de la comuna, busca que el 5% de los ingresos generados por la ciudad se queden en ella para desarrollar planes sociales y mejorar la infraestructura urbana y la calidad de vida. 


Como dijo alguna vez el "Pollo" Véliz. Los futbolistas no somos "weones". Sabemos lo que pasa afuera... Que no se les olvide.


domingo, 22 de abril de 2012


El mundial de los Militares: Argentina 1978.

Los procesos políticos en la Argentina durante el siglo XX están marcados por gobiernos autoritarios, personalistas y dictatoriales, aunque para ser mas específicos, esta nueva dictadura - La de Videla- se enmarca en un proceso regional que obedece a las dictaduras llamadas del nuevo tipo, cuya característica principal es formar parte de un proceso comandado por Estados Unidos, a través de una formación doctrinaria en la escuela de las Américas y basado en un combate al comunismo bajo un contexto de guerra fría, distanciada de los procesos anteriores, los cuales se basan principalmente en una idea nacionalista. 

Los golpes de estado se repiten en el escenario de la nación trasandina al revisar el derrotero durante el 1900, y aún cuando se puede concienzudamente percibir a la vida política de Buenos Aires como inestable o extremadamente volátil, la realidad indica que el desarrollo de estos procesos es lo que la ha constituido en una nación sólida y con una gran identificación propia. La identidad de argentina o `argentinidad´ es sustentada mas que por sus instituciones –como se podría hasta cierto punto postular en nuestro país, con la tradición democrática y republicana que caracteriza a Chile dentro de la región sudamericana, en el respeto a las instituciones-  por sus practicas culturales, sociales y deportivas. Mas arriba, en este mismo capitulo y en referencia al peronismo, se encuentra el desarrollo del concepto argentinidad, el cual percibe a la construcción de una identidad nacional argentina como una mezcla de la practica deportiva y cultural –basada en el Polo, el Fútbol y el Tango-, por lo tanto y refiriendo siempre a una cierta continuidad histórica de los procesos, aprovechando los conocimientos del pasado y también aprendiendo que hacer y que no desde lo anterior, es que la dictadura de Videla ve en la organización de la copa mundial de fútbol una oportunidad única de lograr la validación del proceso político tanto en el mundo con en su propia nación.

La elección de Argentina como anfitrión del decimoprimer mundial de fútbol es una decisión adoptada por la FIFA, anterior a la toma del poder por parte del General Videla en 1976. Dentro de la lógica de la FIFA, la organización del mundial de fútbol debía alternarse entre America y Europa cada cuatro años, es así que hasta 1998, a excepción de el periodo 1934 -con el mundial fascista organizado por la Italia de Mussolini- -38 -Francia- y de los mundiales 54-58 -Suiza y Suecia respectivamente-. La lógica de este proceso ponía al frente a un equipo americano a cargo de la organización del certamen, y luego de los mundiales de 1930 –Uruguay- 50 –Brasil- 62 –Chile- 70 –México- lo más natural era que el mundial fuese organizado por Argentina. Cuando Videla toma el poder también adquiere la organización del torneo, lo cual no es una cosa menor, y como tal debe encontrar la solución a este esfuerzo que implica organizar un torneo de tales características, para lo cual se decide crear un comité llamado “Ente Autárquico Mundial 78”, conocido por sus siglas como EAM 78. Formado por hombres de confianza del dictador, que será el encargado de crear, conseguir y organizar todos los aspectos necesarios para desarrollar bajo los requerimientos de la FIFA, la copa mundial.

Este comité esta conformado por militares, hombres como el contraalmirante Carlos Alberto Lacoste[1] y el general Antonio Merlo son los encargados de poner en marcha el proceso que necesitara de un esfuerzo técnico, económico y político sin precedentes para la nación. Para la organización es necesario crear infraestructura deportiva y técnica inexistente en esos momentos, es así que se explica hasta cierto punto que, las cifras de dinero se elevaran en un 400%  de los presupuestados en un principio, siendo uno de los mas caros en la historia, ya que  “Los costos totales del Mundial ‘78 son aún hoy un récord: 520 millones de dólares[2]” (Marino, Polstolsky, 2006, p. 11). Y es que para dar una buena imagen hacia el mundo y poner a la Argentina en el lugar que se pretendía, era necesario invertir en cada uno de los aspectos necesarios, aun cuando ese dinero no estuviese disponible en primer momento. Y es que para el mundial no se escatimaban gastos, era necesario entregar al mundo una imagen de Argentina como una nación que se sumaba al tren del desarrollo, la cual a través del gobierno militar había encontrado la estabilidad y una unión nacional que se reflejaba en la alegría de su gente, de los estadios llenos y rebozados en banderas albicelestes y una imagen en colores, a petición expresa de la FIFA, por lo que se invirtieron fuertes sumas en implementar la tecnología necesaria para emitir la señal al extranjero. Aquí no había ni torturados, ni desaparecidos, aquí todos eran uno. Las denuncias de exiliados y refugiados políticos alrededor del mundo y principalmente en Europa eran falsas, calumnias infundadas por apartidas que buscaban intereses personales en aquellas demandas[3].      

Aun cuando la FIFA fue participe activa de todo este proceso de apropiación del fútbol por parte de la dictadura, brindando su imagen corporativa y validando explícitamente al gobierno de turno[4], existieron fuertes muestras de descontento por parte de delegaciones deportivas y jugadores en particular[5]. Como es el caso de la estrella holandesa Johan Cruyff. El jugador de los países bajos envía una fuerte señal hacia la dictadura y también hacia el mundo que estaba centrado en el mundial. Él no sería parte del circo que esconde con su imagen de nación unida a los miles de torturados, presos políticos y violaciones a los derechos humanos que esta cometiendo la dictadura de Videla. Él no será parte, y por lo tanto decide dejar la convocatoria holandesa y no asistir al certamen.

Cuando se inicia el campeonato, durante el invierno de 1978, los ojos del mundo deportivo se centran en la Argentina de Videla, se mantienen ahí las 3 semanas que dura el mundial y no ven mas que estadios llenos, papeles picados y trapos con leyendas referidas a localidades del país. No hay victimas, no existen tales asesinatos ni torturas en la transmisión en colores a los televisores del mundo. Pero existe otro mundial en Argentina, uno paralelo, que se juega a pasos de las canchas, en los cuarteles y centros de tortura, en los cuales a través de la radio y en medio de las sesiones de corriente, tanto verdugos como victimas tomaban un pequeño descanso, para celebrar un gol y abrazarse ambos[6], al fin y al cabo quienes estaban en la cancha eran argentinos, al igual que el agente represivo, al igual que el opositor a la dictadura, Kempes defendía a ambos bajo el escudo amarillo y celeste de la A.F.A, y la copa levantada por Passarella era un triunfo de todos, no solo los 11 en cancha, sino de toda una nación, de victimas y victimarios.

Obviamente luego del triunfo y la obtención de la copa, la dictadura aprovecharía el momento aun más. Si la organización de la copa era un suceso único y que cayó como un regalo a la dictadura, más aun lo era el triunfo de la selección, que conseguía su primer titulo mundial. Argentina, la Argentina de Videla había organizado un excelente mundial y corono todo el proceso con la obtención de la copa, no podía ser mejor, no podían estar mejor. En un acertado análisis del proceso al finalizar la copa el sociólogo Roberto Di Giano (Di Giano, 2001) daba cuenta de los beneficios obtenidos luego del torneo.

 “Es así que las autoridades nacionales utilizarían la hazaña lograda por los futbolistas argentinos que actuaron bajo las órdenes del técnico Menotti (era la primera vez que en su historia futbolística un seleccionado argentino ganaba un campeonato mundial) como medida de grandeza del propio gobierno militar que apostó a este éxito de una manera obsesiva. De allí que apelando a esta asociación espuria evaluaran que habían demostrado al mundo que eran “gobernantes honorables” y que en el exterior existía solo una campaña internacional de falsedades.

Las consecuencias de esta competición y quienes fueron parte de ella han comenzado a ser analizadas  por las ciencias sociales en el ultimo tiempo, debido a la importancia que significo este mundial para todo lo sucedido durante la dictadura militar en Argentina y posterior a esta. Una de las corrientes principales de análisis en este caso, se centra en la labor que ejercieron los medios de comunicación en este proceso de unificación de la identidad nacional, como también silenciar las situaciones complejas que ocurrían paralelamente al mundial y que la prensa internacional no fuese testigo de estas.



[1] Entre varios cargos que ostento el contraalmirante Lacoste durante la dictadura está el de presidente provisional de la nación. Durante 12 días, en Diciembre de 1981.
[2] Se estima que un tercio del costo total del Mundial de la FIFA organizado en Argentina fue a parar a cuentas personales de militares. Aun cuando esto no se pueda probar, ya que el EAM 78 obtuvo la protección del estado a través del decreto 1261 de abril de 1977, el cual le permitía a la organización del torneo mantener los costos bajo secreto. No existen archivos ni documentos contables que respalden los gastos incurridos durante la organización, pero los cálculos señalan que la inversión total en infraestructura y organización no superaba los dos tercios de los gastos reales.
[3] En los meses previos al mundial existió una campaña que intentaba denunciar las condiciones bajo las cuales se encontraba la argentina bajo la dictadura de Videla. En esta participaron exiliados, torturados y familiares de ejecutados políticos.
[4] "Por fin el mundo puede ver la verdadera imagen de la Argentina" fueron las palabras esbozadas por Joao Havelange, presidente de la FIFA durante la inauguración del campeonato. Palabras emitidas a todo el mundo a través de la transmisión oficial. En “Fútbol a Sol y Sombra” de Eduardo Galeano.
[5] La selección holandesa luego de perder la final del torneo contra el anfitrión Argentina, no acepto saludar a las autoridades locales ni recibir las condecoraciones por parte de estos, Videla fue el encargado de entregar las medallas y la copa al campeón.
[6] La referencia cita un testimonio realizado por Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz en 1980, también mencionado en la introducción de este proyecto.

jueves, 23 de febrero de 2012

Estadio In-Seguro...


Ayer, 23 de Febrero hubo una reunión tripartita en el Palacio de La Moneda, Santiago de Chile. 

Siempre hay reuniones, es más, para eso está hecha la casa del gobierno de la República de Chile... Ahí es donde se deciden todas las acciones para coartar la soberanía del pueblo, de ellos mismos que los eligen.

Pero esta reunión no era una común, de esas pactadas cada 7 días. El encuentro buscaba dar los lineamientos de acción para reducir la acción de los hinchas en el estadio.

Por un lado estaban los representantes del Ministerio del Interior y "Seguridad Pública" (entre comillas una de las grandes creaciones del gobierno de Piñera, que no es más que otorgar facultades extraordinarias al mandamás del Ministerio, Rodrigo Hinzpeter. Otrora abogado de la Corporación de Fútbol Universidad de Chile durante su proceso de quiebra -el mismo que cedió los derechos de privatización del Club aún cuando los socios votaron en contra de concesionar a la institución-) en la otra punta del triangulo estaban los responsables del plan "Estadio Seguro" -iniciativa que busca implantar normas de comportamiento en la grada, reduciendo la interacción del público con el espectáculo- y finalmente los representantes de la ANFP.

Lo acordado en aquella reunión no fue mencionado en la prensa, tampoco será de conocimiento público en medio de todas las situaciones que acontecen en el contexto actual, pero merece más que un poco de atención para quienes participamos de forma activa en el espectáculo del fútbol.

Las posturas buscan como puntos más importantes: Minimizar la participación de las barras o grupos de hinchas en el espectáculo. Esto a través de la eliminación sistemática de los elementos que utilizan dentro del espectáculo mismo del fútbol; Lienzos, bombos, papeles, fuegos de artificio.
Atacar a las organizaciones buscando su desarticulación: Buscar a través de procedimientos jurídicos y policiales instancias para inculparlas de delitos; Asociación ilícita, robos, asaltos, trafico de drogas y todo lo que brinde la oportunidad de criminalizarlas.
Buscar a través de la relación entre Sociedades Anónimas y las barras organizadas el empadronamiento de sus miembros para así, crear una base de datos con quienes forman parte de estas; esta labor ha sido implementada durante años, sin conseguir ningún resultado mas que "fichar" a los barristas.
Aumentar la represión sobre los hinchas en los espectáculos deportivos. Una de las tareas más importantes para el Ministerio del Interior es aumentar la dotación policial en los partidos de fútbol. La medida busca que, a través de la mayor presencia de las fuerzas policiales sea mas fácil reprimir cualquier acto de indisciplina por parte de los hinchas en los recintos deportivos. Para esto, es necesario contar con la venia de la ANFP, organizadora de los espectáculos. La idea final es tener bajo control a una masa cautiva que puede traer mas de algún problema a los dueños del fútbol. Esta idea es la principal motivación para Hinzpeter. Controlar a quienes le dan vida al fútbol para que no se les escapen de las manos. Sabe que una barra brava enojada puede hacer bastante daño a la imagen de un espectáculo cada vez mas alicaído, que está controlado por quienes a su vez controlan el país... 

con todas estas medidas lo que buscan finalmente establecer en un espacio social tan diverso y con tanta convocatoria como el fútbol los lineamientos del estado policial de la derecha en este país. Disolver el espectáculo de las barras, la alegría de la gente y el colorido de cada jornada, que es vivida y celebrada tanto por la clase media como por la "marginal", es lo que busca esta mesa tripartita, debido que para ellos, los papeles picados, los rollos y lienzos significan una potencial amenaza a sus intereses.
La idea es vigilar y castigar, porque es mejor tener una masa controlada que un grupo de insurrectos con ansias de mostrar su descontento

En Perú el Sol no alcanza para alumbrar a todos



La situación que atraviesa el fútbol profesional en el Perú es más que preocupante. Con cuatro equipos autoexcluidos de la competición, quitando cualquier piso económico a los jugadores, funcionarios y colaboradores junto con sus familias, la cosa no se ve fácil en el futuro cercano.

Universitario de Deportes, el club más ganador de la historia en el balompie incaico sufre una crisis institucional y financiera sin precedentes en sus anales. Alianza de Lima, el club identificado con el mundo popular limeño, el equipo de Mulatos y Sambos, conocido como "grones" por sus rivales (Negros al revés) se mueven entre la Copa Libertadores y los rumores de venta a grupos inversores.
La situación particular de los dos equipos más grandes no se aleja mucho de la realidad de otras plantillas del fútbol. Sueldos impagos, cotizaciones irregulares, inexistencia de condiciones mínimas para ejercer la actividad deportiva etc.

La agremiación de futbolistas profesionales, buscando resguardar los intereses de sus miembros afectados y demostrando solidaridad hacia quienes se encuentran en problemas ha decidido ir a paro.
La respuesta de los equipos implicados fue disputar los encuentros con plantillas juveniles. Ignorando la situación de todos quienes obtienen el pan de cada día a través del fútbol.

En esta pelea de poderes, con Burga jugando un gallito frente a sus detractores en la Asociación. Con equipos retirados como la Universidad San Martín -primer equipo sociedad anónima en Perú- y otros, los principales afectados son los hinchas que, semana a semana, encuentran en el fútbol un respiro y una forma de vida y también todos quienes de una u otra manera tienen de fuente de ingresos la práctica y espectáculo del fútbol (Desde los mismos jugadores hasta los asistentes de cámara que televisan los partidos. Pasando por la señora que vende la chicha morada y el sandwish a la entrada de la cancha, el viejito de las banderas, los vendedores de helados, ceviche y canchitas. Los acomodadores de vehículos, los boleteros, el utilero, el periodista radial de provincia y las miles de personas que viven por y para el fútbol. Todos ellos sufren por las malas decisiones de unos pocos y las ansias de poder de los mismos que lucran con el sentimiento.

Esperamos la situación pronto encuentre solución. Los dirigentes paguen a sus jugadores y todos vuelvan a sentir que lo que realmente importa en todo esto es la de cuero, y quienes la mueven para darle alegría, pan y un respiro a millones de personas.

Las Malvinas son argentinas... 5x1

Una nueva jornada de Copa Libertadores nos dejó algo más que la goleada 5-1 de La U de Chile en contra de Godoy Cruz.
Angelo Henriquez sentencia el 5-1 final. A la derecha se observa el  lienzo "Las Malvinas son Argentinas"


Desde días atrás los ánimos estaban un poco caldeados. Una golpiza sufrida por el representativo chileno de hockey césped en la ciudad de Mendoza la semana pasada, propinada por hinchas de Godoy Cruz en pleno centro de la capital de Cuyo sirvió como aliciente a una histórica rivalidad, alimentada por nacionalismos exhacerbados y xenofobia recíproca entre chilenos y argentinos.
Estos hechos, sumados a la política exterior del gobierno chileno en el tema de las Islas Malvinas reavivó antiguos odios y resquemores entre ambos países, y el fútbol, como siempre, ha sido utilizado como otra arista del conflicto.

"Las Malvinas son argentinas" rezaba el lienzo colocado por la barra del "Tomba" en el Estadio Santa Laura durante el encuentro por la Copa. Más de 2.000 hinchas de Godoy Cruz cruzaron la cordillera y la consigna que cubría su espacio en el reducto de Plaza Chacabuco enviaba un mensaje que no fue reproducido por la prensa oficial del país y tampoco percibido por la gran mayoría de hinchas de la U.

La pregunta que cabe es, ¿Tiene algo que ver la reivindicación territorial de Las Malvinas con un partido de fútbol? La disyuntiva se presenta en el sentido claro que, al contrario de la opinión de los gobernantes de turno que dirigen el país, muchos hinchas de la U simpatizan con la petición legítima de soberanía sobre las islas ubicadas en el atlantico sur, pero poco tienen que ver con el partido de fútbol hoy realizado. 
El 5-1 fue una clara muestra de superioridad en la cancha de un cuadro sobre otro, no de un país sobre otro. La constante "violencia encubierta" o "guerra deportiva" bajo la cual se intenta rotular un enfrentamiento deportivo, mancha la solemnidad como también los lazos de amistad que unen a millones de personas en ambos lados de la cordillera. Pero que una vez mas se han intentado esconder bajo este conflicto. 

La violencia entre barras bravas del fútbol sudamericano existe y hace bastante tiempo. Ya sea por simpatías por el contrario, cuentas pendientes o simplemente por la esencia misma del barrismo es que siempre existe una mirada rencorosa con los visitantes. Defender los colores y el territorio es algo innato en los hombres, y sobre todo en un espacio tan machista como el barrismo. Pero intentar dar cuenta de problemáticas territoriales que se manejan entre poderosos escapan al fútbol y se enmarcan derechamente en nacionalismos chauvinistas que buscan desviar la atención de los reales problemas del pueblo. 


Apoyo la demanda válida del pueblo argentino sobre las Islas Malvinas usurpadas por el imperio britanico, pero eso no implica que el odio se apodere de un partido de fútbol. Como tampoco sirva de pretexto para entablar una relación violenta entre barras que nunca han tenido ningún tipo de conflicto ni relación. 

La vuelta es a principios de Abril y se estima que 10.000 hinchas de la U cruzarán la frontera para ver al cuadro azul contra el Tomba, que, paradojicamente se jugará en el Estadio Malvinas Argentinas... 

sábado, 11 de febrero de 2012

La disyuntiva está en la mesa. ¿Apoyar o no a quienes se manifiestan en contra la concesionaria?

Arturo Sanhueza busca protegerse a metros del segundo artificio.

Lo sucedido ayer en el Estadio Santa Laura se enmarca dentro de un espacio de protesta, en el cual, una facción de la Barra Los de Abajo decidió suspender el partido de una forma muy particular. Tirando fuegos artificiales al campo de juego.

El juez del partido, Patricio Polic indicando el fin del encuentro.
Eugenio Mena y Pedro Morales (Der) intentando protegerse del artificio. 
Lo primero es el hecho: Todos vimos lo que sucedió en la cancha, como explotaron los paquetes. De forma espectacular las metrallas del artificio saltaron por todo el campo de juego, afectando a los jugadores de ambas escuadras -por más que un comentarista de la señal oficial de la ANFP intentara poner como blanco a los jugadores de Iquique- poniendo en riesgo su integridad física y dejando obsoleta cualquier garantía de seguridad para continuar el espectáculo.

Segundo. La forma: Si bien creo que no existe por parte de quienes aborrecemos el fútbol negocio, ningún tipo de cuestionamiento al iniciar en contra de las empresas que manejan a nuestros equipos cualquier tipo de acción directa, creo a titulo personal, que no es la forma de realizar la protesta. 
Si bien se consiguió plenamente el objetivo de dar notoriedad al movimiento como también el de suspender el partido -que tiene una lógica bastante cuerda y bien fundada-, no es posible que se ponga en riesgo de manera innecesaria la integridad de los jugadores de fútbol, como sucedió ayer. La gravedad de los actos no pasa por el hecho del fuego artificial, si no que por el elemento en cuestión -el tipo de fuego lanzado a la cancha-. 
El portero de Iquique, Cristian Limenza, intenta tapar sus oídos frente al fuego artificial.
Esta fue la primera detonación.
Las metrallas del artificio pasaron muy cerca de jugadores de ambos equipos, tanto Iquiqueños como Chunchos. Se rompió con la sacralidad de la cancha. La cancha no se toca, ese es un código conocido por todos los amantes del fútbol en el globo. 






Tercero:  Las causas de este suceso ya han sido esbozadas en este blog (http://www.futbolismos.blogspot.com/2012/02/somos-la-mas-brava.html), pero existe aún más detras de este espacio de protesta. Quienes llevan los alegatos y realizaron los actos de ayer en Santa Laura se adscriben a una facción en especifico de la barra. "Movimiento LDA por una hinchada mejor". Bajo este nombre, ellos dieron el golpe de timón en Los De Abajo a principios de 2011, argumentando que este cambio buscaría una real autonomía de LDA con Azul Azul, situación que no se dio entre quienes manejaban la barra anteriormente. 
Si bien se comparte de manera clara parte del petitorio público con el que han dado fundamento a las acciones realizadas en los últimos tres partidos de este año -bajar el precio de galería y reponer los beneficios eliminados para quienes menos tienen- existen razones desconocidas y poco claras que se atribuyen a este movimiento, las cuales dan para pensar. Estas razones se basan en el conocido quiebre en la relación de Movimiento LDA con Azul Azul. La concesionaria, al tener conocimiento del quiebre en la barra, repartió los beneficios -entradas, viatico en viajes etc.- entre las dos facciones, -"Movimiento" y "Núcleo"- creando así una lucha por el control total de las regalías. Al perder estos "beneficios" la facción "afectada" decidió boicotear cada partido en que participara el equipo de la U con una finalidad clara. 

Cuarto: El Efecto: Sentar precedente sobre la capacidad de acción de este bando y buscar la suspensión de la localía de la U con la finalidad de que Azul Azul no pudiera llevar público a sus partidos.
Esto se traduce en la pérdida del borderó, afectando directamente las finanzas de la concesionaria y así, con esta medida de presión, el directorio de Azul Azul ceda a las peticiones del "Movimiento"

Con cada uno de los elementos de esta acción claros, es mas fácil emitir juicios sobre el hecho y sus justificaciones. La bengala marcó un precedente. En un periodo especialmente frágil, bajo el cual desde la autoridad se intenta quitar cualquier valor y apoyo a los movimientos de protesta, criminalizando sus peticiones y actos, la bengala en cuestión lo que ha hecho es encender una mecha. Le ha brindado un elemento tangible a quienes justifican la acción política y policial en contra de los movimientos de protesta, ha afectado cualquier apoyo entre la masa azul al movimiento y brinda un elemento irrebatible a los aparatos represivos para actuar de manera fundada contra las barras de todo el país, porque así como LDA tiró una bengala que expuso a jugadores y aficionados, cualquier barra podrá hacerlo, dirán ellos. 

Sea como fuere, la situación de ayer marcó un precedente tanto en la lucha en contra del fútbol negocio, como también la labor y acción del barrismo en Chile. La criminalización del "ser barrista" se viene con todo.

Ahora, la pregunta busca un respuesta. ¿Apoyamos o no las manifestaciones en contra de Azul Azul?.
Mi respuesta es clara. Sí, apoyo el fondo, pero jamás la forma.


martes, 7 de febrero de 2012

Varsovia vs Dínamo.

Si les digo que ayer el Varsovia se coronó campeón frente al Dínamo se imaginarán un duro enfrentamiento en el invierno europeo, con bengalas, nieve, pelota naranja y cánticos duros. La verdad es que esta final se jugó en la ciudad más árida del mundo, donde la única nieve que existe viene en polvo y los sobres dicen “made in China”. Tampoco fue en Europa, si no que en Chile, y exactamente en la puerta norte del país.

Arica recibió el Interregional Copa de Campeones Norte, torneo en el cual los mejores equipos de la segunda categoría del amateurismo se enfrentaron para dirimir cual era el mejor de todos y en la final se enfrentaron El Juventud Varsovia de Lo Espejo (Santiago) y el Dínamo de Quillota.


El partido finalizó 2-2 en el tiempo reglamentario. Con gol de Pineda, a los 41’ del segundo tiempo, el Dínamo logró empatar el partido y llevarlo a alargue. Ya en los 30 suplementarios los quillotanos tomaron ventaja con gol de Berríos comenzada la segunda etapa del alargue. Cuando el Dínamo se preparaba para levantar la copa, Sotomayor logró el empate milagroso a los 29’ y sentenció los penales.

En definitiva la tanda de penales finalizó 5-4 a favor de los oriundos de “La Caro” y significó el primer gran titulo para “los polacos” en su historia, quienes no daban crédito a su triunfo.

La Historia del Juventud Varsovia es bastante particular. Saltó a la fama durante el 2010, cuando enfrentó por la Copa Chile a Audax Italiano, y si bien, los 18 goles en contra y ninguno a favor sentenciaron su eliminación del torneo (0-5 en la ida 13-0 en la vuelta) quedó en la retina de los futboleros este nombre.

El Juventud Varsovia proviene de la población (conjunto habitacional popular) Cardenal José María Caro, la más grande de Chile y con mayor densidad poblacional. Con una rica historia obrera y emblemático bastión de las tomas de terreno entre las décadas del 1950 y 1960, la “Caro”, como es conocida normalmente, es habitada por alrededor de 80 mil personas, principalmente obreros y empleados de clase media baja y baja, gente de esfuerzo que ve opacados sus logros debido a la crónica roja, que centra su atención en el narcotráfico. En medio del estigma de ladrones y traficantes, el “Varsovia” se alza como un ícono de esta población.


Lato, el embajador del Varsovia.
El 2002 Grzegorz Lato, goleador del mundial Alemania 1974, campeón olímpico en 1972 y plata en el 76 visitó Chile como representante del parlamento polaco, el diputado por la alianza izquierda buscó en Santiago un lugar que le recordara a su tierra y encontró la sede del Varsovia. Se mostró orgulloso que un club llevara el nombre de la ciudad capital, contó historias, dejó una bandera y dinero.  El nombre le trajo al club beneficios como la visita de Lato, pero también causó problemas antaño, “En los setenta, llegaron unos militares a decirnos que cambiáramos el nombre del equipo, porque era una ciudad comunista”.[1]
Luego de 51 años de historia, los polacos disputarán su primera final nacional contra Quesos Kumey, otro equipo que se lanzó a la fama gracias a la Copa Chile. 
No será otro clásico de Europa del este, pero de seguro no faltarán los cánticos y el apoyo de toda la “Caro” para conseguir la copa.



[1] El día que Grzegorz Lato estuvo en la población José María Caro. Las últimas noticias, 17 de mayo de 2011. Santiago.

lunes, 6 de febrero de 2012

Somos la más brava!

Minuto 15’ del segundo tiempo –o 60 para los más modernos- atacaba la U por derecha cuando Osses  para por segunda vez el partido. La cámara del CDF –Canal del Fútbol. Señal privada perteneciente a la ANFP que transmite a través de televisión prepago los partidos del fútbol chileno- lo pone en primer plano, con 3 trozos de cemento en la mano y gesticulando con rabia ante un carabinero. ¡Lo termino, si no paran lo termino!

Es el tercer partido que juega la Universidad de Chile con público este 2012, pero el primero aún se está jugando en las galerías.
La “Noche Azul”, espectáculo organizado por la empresa Pegaso y  que surgió como la respuesta azul a la rimbombante “Noche Alba” de antaño, tuvo más que la presentación de los refuerzos modelo 2012 de la U. La verdadera acción no estuvo en el 1-1 frente a Nacional de Uruguay, estuvo en la galería y las puertas de salida.
Carabineros, la fuerza pública encargada de la seguridad en los espectáculos deportivos, negó sistemáticamente el ingreso de los implementos característicos de la hinchada Los de Abajo. Tanto sus bombos como el fuego de artificio –su uso está prohibido por ley en el país, pero es aceptado implícitamente por carabineros para su uso por barras bravas- que pretendía utilizar la barra para celebrar la presentación del equipo fueron dejados fuera del estadio y requisados por la fuerza pública. Terminado el cotejo, se armó el tropel en las inmediaciones del nacional. La policía atacó indiscriminadamente a hinchas y espectadores desatando la furia de la barra, quien respondió el ataque con fuerza. Varios hinchas heridos y otros tantos detenidos además de un bombo requisado fue el saldo de esa noche. Lo que más molestó a la organización de la barra fue que Azul Azul, la concesionaria a cargo del equipo, no se hiciera parte de la petición de entrar los implementos, dejando cualquier intervención posible de lado.

La declaración de guerra por parte de LDA no se hizo esperar. Sumado al incidente con carabineros en la noche azul, la eliminación del beneficio socio-galería –una tarjeta con un costo aproximado de $10.000 para estudiantes y $15.000 público general con la cual todo quien la posea tiene el derecho a comprar entradas con un 50% de descuento aproximadamente- y los altos precios de las entradas los hinchas sienten que quienes llevan al equipo no los respetan, representan ni comprenden, aún cuando los hechos oculten un conflicto más grande.

Los hinchas de LDA, agrupados a través del Movimiento LDA –grupo disidente que tomó el control de la barra a principios del 2011 y que se divide las simpatías de hinchas con el denominado “Núcleo” quienes eran los antiguos jefes de la barra- , han hecho saber a través de las redes sociales su descontento con Azul Azul y prometieron que los hechos no se olvidarán fácilmente. Desafiando de manera directa a la concesionaria y dando muestras de su capacidad de control sobre el espectáculo, el movimiento intervino directamente en el partido que la U jugó contra Colo-Colo en Temuco, en el marco de un torneo amistoso. En este partido, la barra lanzó en reiteradas ocasiones bengalas hacía el arco del portero rival. Ante el llamado de atención por parte del árbitro y la posterior intervención del capitán Johnny Herrera, LDA volvió a lanzar los artificios al césped del campo de juego, cuando la U buscaba impetuosamente el empate. El partido se suspendió por falta de garantías. La U perdió 2-1 en la cancha, pero el “movimiento” ganó en la galería, consiguiendo su objetivo.

El segundo capitulo se vivió en La Serena. Las piedras y proyectiles no vienen por parte de los “desalmados de siempre”, si no que tienen un objetivo claro. Más que piedras y pedazos de concreto son signos de que algo no anda bien, de un tira y afloja entre la barra, quien busca hacer respetar su territorio –y también sus intereses económicos- y la concesionaria, la cual busca no ceder a las presiones de los barristas y se encuentra en la palestra debido a la constante crítica pública que se les realiza constantemente por su labor en los hechos de violencia que envuelven al fútbol.


Pero si bien, la bomba estalló en “la noche azul”, los verdaderos motivos de este “gallito” entre barra y dirigencia tienen otros motivos, mucho más profundos.
La separación de LDA tras el golpe dado por el “movimiento” al  “núcleo” no solo significó controlar la 14 –mítica puerta donde LDA se hace en el Estadio Nacional- si no que también manejar todo lo que implica ser jefe de la barra, es decir poder y dinero.
Azul Azul, al igual que todas las sociedades anónimas que controlan el fútbol profesional en Chile, tiene acuerdos tácitos con las barras. Financian viajes a regiones y el extranjero, entregan una cantidad fija de entradas a los barristas en cada partido y tienen una relación de trabajo, la cual busca controlar a una masa cautiva cercana a las 5.000 personas. Con la división de la barra, también se dividieron estos beneficios.
El “movimiento” busca la exclusividad de estos beneficios, pero el “núcleo” tiene una relación mucho más profunda con la concesionaria, y es que llevaban más de 10 años controlando sin contrapeso a LDA, por lo tanto a través de la violencia, el “movimiento” busca dar muestras de que ellos son quienes controlan las cosas ahora.

Otro factor que se suma a esta puja es la ley “estadio seguro”, impulsada por el Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Esta ley busca aumentar las penas y sanciones a quienes cometan hechos de violencia en recintos deportivos, como también fortalecer los controles para que los barra brava tengan menos control sobre el espectáculo y así se reduzcan los niveles de violencia, robo, trafico de drogas, porte ilegal de armas y asociaciones ilícitas que se dan en el marco de un partido de fútbol.
En el marco de las reformas impulsadas por “estadio seguro” se han alzado voces de parlamentarios, quienes buscan un mayor control y participación por parte de los dueños de los clubes en los hechos de violencia en que se ven envueltas las barras bravas y es en este punto donde LDA ha encontrado un espacio donde atacar. Al demostrar su descontento a través de la violencia, con el ataque directo y sistemático del mismo espectáculo deportivo, lo que hace LDA es enviar un mensaje claro. Si no nos dejan tranquilos, nosotros no los dejamos hacer su espectáculo.
Los dueños de la U saben que no es una buena imagen para ellos mostrar en televisión a un grupo de forofos incontrolables y dispuestos a todo, más aún cuando estas escaramuzas pueden aumentar la validez de quienes buscar controlar a las barras haciendo responsables a quienes comandan los clubes. Por lo tanto, esta situación entre ceder a la barra para no suspender los partidos o dejar actuar a la fuerza pública para dar una señal de control a la sociedad no es de lo más incómoda para quienes adquirieron a la U, pero ya es hora que comprendan que no todo son beneficios. Que ser dueño de un equipo de fútbol como la U tiene sus ventajas pero también acarrea responsabilidades, esas mismas de las que Federico Valdés intenta desmarcarse.

Veremos el próximo viernes si Azul Azul cumple con su responsabilidad en el espectáculo o simplemente se enmarca en la constante mediocridad y cobardía en la que se ha movido la dirigencia del fútbol profesional chileno desde siempre, escondiendo sus responsabilidades tras los mismos que les mantienen el negocio.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Entre cholos, negros, indios y macacos


Ayer, 31 de Enero de 2012 se jugó una nueva edición del superclásico chileno.
Universidad de Chile enfrentó a Colo-Colo en el estadio Bicentenario Germán Becker, ubicado en Temuco, a 675 kilómetros al sur de Santiago. El partido amistoso, válido por la ya tradicional “Copa Gato” fue suspendido antes del pitazo final por una bengala tirada por la barra Los de Abajo al campo de juego.
Si bien todos los análisis realizados por la prensa deportiva ahondaron en la acción de los “desalmados” y “delincuentes” barristas, algo pasó desapercibido.
Promediando el primer tiempo, Junior Fernandes, delantero afrodescendiente de padres brasileños, nacido en Tocopilla –El mismo pueblo de Alexis Sanchez- y contratado este año por Azul Azul para formar parte de la U, tomó posición en el area colocolina esperando el envío de Pedro Morales desde la esquina.
Tras un centro bombeado el albo, el arquero de Colo-Colo - Equipo que lleva el nombre del mapuche que firmó el primer tratado de paz con los españoles, representados por el colonizador García Hurtado de Mendoza y que además en su insignia lleva la imagen de otro mapuche, Lautaro- Francisco Prieto saltó por el balón y al mismo tiempo lo hizo Fernandes, chocando en el aire contra el portero. Inmediatamente Prieto saltó sobre Junior y lo empujo, gritando “Más cuidado po negro culiao”.
El árbitro, a menos de dos metros se desentendió de la jugada y todo continuó normal.
Parece que “negro culiao” es más que normal en una cancha chilena.
Este hecho, que no tiene sanción alguna en los estatutos, reglas y bases de la ANFP, se contrapone directamente con lo sucedido en Inglaterra con Luis Suárez, jugador uruguayo sancionado con ocho partidos oficiales por referirse de la misma forma hacia Patrice Evra, volante del Manchester United. ¿Son personas diferentes?, no, ambas son iguales. La diferencia radica en que la UEFA y sus federaciones asociadas llevan años luz atacando los problemas de discriminación acontecidos en sus estadios, sancionando  deportiva y económicamente a quienes cometan una falta que tiene nombre y apellido, racismo.

Por ejemplo, en Colombia cada vez que un jugador afrodescendiente toma el balón miles de personas comienzan a hacer sonidos guturales imitando a un simio. Le gritan “simio hijueputa” “macaco” y otros ataques simplemente por su color de piel. Lo más contraproducente y cómico por decir lo menos, es que los mismos hinchas afrodescendientes del equipo contrario gritan al mismo ritmo que sus pares.

En Perú también de la misma forma se ataca a los jugadores afrodescendientes. No es el “negro” con el cariño que uno llama a sus amigos morenos o afrodescendientes, tiene una connotación negativa y un significado a todas luces denigrante. El “negro” carga con la culpa de su color de piel, reproduciendo los discursos del colonialismo que todos nuestros antepasados sufrieron y nuestros pares siguen sufriendo en el viejo continente. Aún cuando el país incaica tenga mas de 3/4 de población indígena.

Para nosotros, los sudamericanos, es normal atacar a quienes percibimos como distintos a nosotros por su color de piel –sin mirar nuestra tez entre negra y blanca al espejo- o sus rasgos característicos. El “cholo maricón”, “indio de mierda”, “negro culiao” o “macaco hijueputa” no es problema, o mas bien creemos que no es problema, pero la realidad indica que esta “normalidad” del ataque a las personas por sus rasgos físicos se ha ido convirtiendo en un ataque a la dignidad y nos da un combo en la cara de nuestra ambigüedad cultural. Cuando un moreno grita “negro culiao” olvida su tez de piel, pero si un blanco le grita “indio de mierda” hace valer todas las instancias posibles debido al ataque directo que recibe.

La pregunta nace frente a la cada vez mayor presencia de afrodescendientes en espacios más visibles, es decir en lugares de gran importancia en nuestra sociedad, ¿Es necesario comenzar a legislar dentro del mundo del fútbol el tema del racismo y la discriminación por origen étnico? O ¿simplemente es otra arista del espectáculo del fútbol y debemos comprenderla como natural? La respuesta creo es clara, si no se ha hecho antes es tiempo de ponerse los pantalones y enfrentar el problema como lo que es, racismo puro y duro.

Dejemos de ser ambiguos, colguemos la incongruencia y despertemos finalmente de la larga noche de los 500 años en los cuales toda nuestra gente sufrió lo mismo que reproducimos.
Es necesario comenzar a crear una conciencia activa de que estamos en el terruño más mestizo del mundo, el crisol de colores de nuestra gente es digno de orgullo, no de ataques constantes a nuestros pares, porque un poco mas negro o blanco no hace la diferencia, la diferencia en el fútbol la hace el talento y ese es mas oscuro que albo, si no, Cubillas, Pelé, Eusebio, Maradona, Figueroa, Salas y la gran cantidad de nuestros bastiones del buen pie simplemente serian los indios, negros o cholos culpaos.

En un partido de negros y mestizos contra blancos ya sabemos quien gana, y por goleada.